DESTREZAS ANALÍTICAS Y CRÍTICAS
Al empezar la licenciatura en español, compartí con la doctora Tajes en mi primer día de clase una preocupación: sentía que había escogido una carrera en la que no sería capaz de sobresalir. Había estudiado italiano en el bachillerato y nunca en mi vida había tomado una clase de español. Mi primera clase fue composición en español en la primavera de 2017. Aunque había hablado español toda mi vida con mi familia y amistades de la República Dominicana y otros países, el nivel con que me encontré en la clase de español 2220 me intimidó. Nunca había aprendido las reglas de ortografía y mucho menos cómo escribir una composición. Jamás imaginé que podría adquirir destrezas críticas y analíticas, de hecho me infundía temor pensar que nunca podría comprender lo suficientemente bien lo que leía. No obstante, sólo tomó alrededor de una una semana en la carrera de español de William Paterson University para empezar a notar cambios enormes en mi español. Al continuar mi licenciatura, observé cómo pude, con la enseñanza de profesores excelentes, adquirir destrezas lingüísticas, analíticas y críticas. Antes de empezar la carrera de español, no daba mucha importancia a la gramática, los estudios literarios ni lo pensamientos analiticos y críticos. Provengo de una familia en la cual mi padre es supervisor del departamento de intérpretes de la corte superior del condado de Essex, Nueva Jersey y mi madre estudió traducción y obtuvo una maestría en Inglés como segundo idioma. En otras palabras, el idioma tanto lingüístico como literario es tenido en muy alta estima ante los ojos de mis padres. A menudo me corregían mi español y de vez en cuando hasta mi inglés. En vez de verlo como una ayuda, me parecía una molestia y no le daba mucha importancia a mi nivel lingüístico en el idioma español. Como se pueden imaginar, mi nivel lingüístico, mi conocimiento acerca de los estudios literarios y mucho menos un pensamiento análitico y crítico todavía no se había desarrollado. No tenía ni idea de por qué ni dónde se ponen las tildes; tampoco era capaz de diferenciar entre el tiempo imperfecto y el pretérito y mucho menos los del subjuntivo. Me confundía con el deletreo de palabras que contienen las letras “s”, “c” y “z”. Con respecto a los estudios literarios, siempre había disfrutado la inglesa, aunque jamás la había estudiado tan analítica y críticamente como hice en este programa. Aunque me avergüenza decirlo, el único escritor y obra del mundo castellano que conocía era Miguel de Cervantes y su novela Don Quijote de la Mancha. Aunque pensaba que quizás sería interesante conocer más sobre el mundo literario castellano ya que veía varios textos españoles en la librería de mi hogar, jamás vi como algo importante el aumentar mi nivel lingüístico del idioma español, estudiar textos literarios castellanos y desarrollar un pensamiento analítico y crítico hacia ellos. Toda mi trayectoria en el programa de español empezó el 19 de enero del 2017 con mi primera clase de español: Span 2220. Todas mis capacidades lingüísticas, analíticas y críticas adquiridas se las puedo atribuir en un sentido u otro a esta clase bajo la instrucción de la doctora Tajes, porque fue allí que se desarrolló en mí un amor hacia la carrera de español. En la clase de español 2211 de la doctora Tajes, me enamoré de la gramática. Las tildes, los tiempos y los modos me empezaron a salir naturalmente. Cesaron mis errores con los cognados falsos y en general aumentó mi nivel gramatical. Tanto así que me superé en ella y ese mismo semestre empecé a trabajar como tutora en William Paterson. Actualmente, por mis notas y estudios, tengo el privilegio de servir como tutora de español en todos su niveles. En la clase de español 2290, por primera vez aprendí a analizar literatura de forma crítica. Estudié diferentes teorías e ideas y cómo aplicar estas a los textos leídos. Aunque al principio me resultó difícil, terminé fascinada con tales clases como el seminario de comedias de la doctora Frye en la cual observamos cómo se desarrolla la relación entre actor y espectador. Una de mis clases favoritas fue el curso de literatura femenina de la doctora Maduro en el que leímos y analizamos críticamente textos que muestran el punto de vista de las mujeres y la opresión a la cual muchas son sometidas. Como podrán comprobar por unos de mis documentos adjuntos, tuve la oportunidad de realizar un trabajo de investigación sobre la novela de Julia Álvarez: En el tiempo de las mariposas. Con las destrezas analíticas y críticas que aprendí, analicé cómo Minerva, por ser mujer activa, pudo actuar de catalizador de cambio en una sociedad patriarcal y dictatorial. Este trabajo en particular fue el más especial para mi porque fue algo que fue parte de la historia de mi familia en la República Dominicana, ya que mi abuela, quien frecuentaba las fiestas de Trujillo, y su familia, vivió durante tal época. Mi abuela también fue vecina del marido de Minerva y la hija de ella, Minou, fue profesora de mi mamá. Fue una experiencia inolvidable poder sorprender tanto a mi mama como a mi abuela con un trabajo que de una manera u otra puedo decir que fue inspirada por ellas dos. A lo largo de mi carrera de español, escribí trabajos que aportan las oposiciones binarias que existen entre los géneros, otros que analizan cómo las corrientes literarias tuvieron influencias sobre una obra y más. En conjunto, estos estudios analíticos y críticos que se impartieron durante mi tiempo como estudiante de español fue una experiencia increíble e inolvidable que ha dado y sigue dando mucho fruto. Ahora puedo escribir composiciones con un nivel lingüístico más avanzado y disfrutar de textos literarios de una manera muy distinta a como disfrutaba antes, ya que ahora lo hago empleando pensamientos críticos y desempeñando destrezas analíticas. |
Como podrán ver en los documentos adjuntos, existe una gran diferencia a nivel gramatical, analítico y crítico entre unos de mis primeros trabajos en el curso de español 2220 y uno de los últimos en el curso de español 3250.
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